viernes, 17 de octubre de 2008

Los faros de Sa Dragonera


Desde antiguo, la isla de la Dragonera, declarada Parque Natural desde 1995, ha sido refugio de corsarios, piratas y contrabandistas por eso Isabel II dio orden de construcción de un faro en la zona norte de Sa Dragonera para poder avistar a los piratas que se acercaban a ella.

En 1850 comenzaron las obras del Faro Viejo bajo proyecto del arquitecto Antonio López.

La construcción se situaba sobre la antigua torre de vigilancia, y fue realizada por presidiarios que tuvieron que trabajar a marchas forzadas dada la importancia de su luz para señalar el camino entre Sa Dragonera y Mallorca. El edificio, construido de forma escalonada para adaptarlo al terreno, se inauguró en 1852. Su luz tenía un alcance de 14 millas.

Los fareros que habitaban en él en aquella época recibían provisiones desde Mallorca semanalmente.

El Faro Vell fue desmantelado a raíz de que un barco se estrellase en los acantilados. El faro estaba situado a tanta altura, 353 m sobre el nivel de mar en el pico Na Popia, el punto más elevado de Dragonera, que la niebla impedía a los barcos ver la luz de su linterna.

A partir de ese momento, se mandó construir dos faros en la isla, uno a cada lado, y a menor altura. Hoy sólo quedan las ruinas del faro, pero merece la pena visitarlas aunque sólo sea por sentarse a contemplar las vistas y escuchar el viento.

El faro de Llebeig empieza a construirse en el suroeste de la isla en 1905, entrando en servicio en noviembre de 1910.

El faro de Tramuntana empezó a construirse en 1907 en el noreste. Está a una altura de 54 metros y consta de una torre de 11 metros, lo que hace que su luz alcance la distancia de 20 millas. Actualmente es un museo sobre los faros de la isla y la vida de los fareros.

Entre 1960 y 1975 se automatizan los faros de la isla, lo que significa que 1975 los fareros dejaron de vivir en la isla. En 1995 se instalaron placas solares en la isla permitiendo el uso de energía eléctrica.

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